” Estas palabras no solo generan culpa y frustración, sino que también alimentan la inseguridad y el miedo al fracaso. Con el tiempo, este patrón puede minar nuestra autoestima, haciendo que dudemos de nuestras capacidades incluso en situaciones en las que tenemos habilidades suficientes para triunfar.
Son nuestros pensamientos los que desencadenan las emociones, no las situaciones, estamos acostumbrados a decir “estar aquí me hace feliz” pero esa es una creencia incorrecta, el lugar nada tiene que ver, son nuestros pensamientos que se convierten en una realidad a través del mapa de nuestro cerebro.
Por lo tanto, el primer paso para evitar el autosabotaje es empezar a cambiar nuestras creencias y, poco a poco, comenzar a creer que sí podemos conseguirlo.
Por ejemplo, en mi práctica clínica, he estado trabajando con dos clientes diferentes que luchan con la misma forma de autosabotaje: Constantemente se meten en relaciones románticas con personas a las que no respetan porque les hace sentirse mejor consigo mismos.
Reconoce los pensamientos disfuncionales y conviértelos en funcionales: reconoce tus frases desalentadoras y negativas y practica convertirlas en frases positivas y motivadoras.
No siempre las palabras que nos dirigimos a nosotros mismos son constructivas. A veces jugamos en nuestra contra con un website pensamientos negativos y afirmaciones que restringen nuestro acceso a nuestros recursos personales.
¿Qué pasa si su cónyuge acaba de sacar una bandeja de galletas recién horneadas en el momento en que entra por la puerta?
“En el horizonte de probabilidades, el triunfo sería una proeza”: Renato Cisneros explica por qué es un sueño que la ‘U’ clasifique en la Libertadores ante River
Piensa en posibilidades a ese pensamiento que se ajusten más a la realidad y no te provoquen tanto malestar emocional.
Identificar tus miedos es clave para superarlos. Pregúntate: ¿a qué temes realmente? El reconocimiento de estos temores permite desarrollar estrategias efectivas para enfrentarlos y avanzar en tu vida personal y profesional.
Pero recuerda, todas estas cosas son normales y no son signos de un problema mayor necesariamente. Todos procrastinamos de vez en cuando, por ejemplo. Al igual que todos usamos la comida u otras sustancias por razones emocionales -en lugar de estrictamente nutricionales- de vez en cuando.
A Mahatma Gandhi se le atribuye un sabio proverbio, que nos viene perfecto para explicar el tema de hoy:
El diáemblem interno tiene que ver con la forma en que tenemos estructurados nuestros patrones de pensamiento y se outline como las conversaciones que cada persona tiene consigo misma, pudiendo llegar a tener implicaciones en nuestra autoestima o en nuestro sufrimiento emocional.
Una vez que tengas clara la necesidad que llena tu autosabotaje, el siguiente paso es generar Strategies de comportamientos alternativos que aborden la necesidad pero de una manera que no te perjudique también.